El ácido azelaico es un ingrediente clave en la cosmética dermatológica, con propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias. Derivado de cereales como trigo y cebada, es ideal para tratar el acné, la hiperpigmentación y mejorar la textura de la piel. A continuación, te contamos qué es el ácido azelaico y por qué deberías incluirlo en tu rutina.
Este ácido reduce la proliferación bacteriana, destapa poros y combate el acné. También trata manchas y previene brotes sin irritar.
Regula la producción de melanina, empareja el tono y suaviza la piel. A diferencia de otros ácidos, es ideal para pieles sensibles.
Disponible en cremas, sueros o geles, se adapta a distintas necesidades. Se recomienda iniciar con baja concentración para mejores resultados.
Puede causar enrojecimiento o sequedad al inicio. Se debe aplicar con precaución, preferentemente por la noche y acompañado de hidratante.
Estudios recientes exploran su uso para regular el sebo y combatir la rosácea. Su uso sigue creciendo por ser efectivo y suave con la piel.
El ácido azelaico es un activo potente para combatir imperfecciones, mejorar el tono y ofrecer resultados visibles sin irritación. Ideal para quienes buscan una piel sana y luminosa.